El ácido hialurónico, conocido como Hialuronato, es un carbohidrato producido por el organismo de forma natural, y que forma parte de nuestros órganos y tejidos de la piel, cartílagos, líquido sinovial y es parte fundamental de las células. Además ayuda a la recuperación de la dermis interna tanto el que se produce de forma natural como el que es administrado en tratamientos de belleza. Sin embargo conforme pasan los años, su presencia en nuestro cuerpo va disminuyendo y esto hace que nuestra piel pierda tersura, firmeza y aparezcan las tan odiadas arrugas.
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El ácido hialurónico y el mundo de la estética
Su capacidad de mejorar la piel, rellenando arrugas y mejorando cicatrices es su mayor ventaja, además destaca por su alto poder para retener el agua y por lo tanto hidratar. Debido a todo esto es un producto que lleva años revolucionando el mundo de la estética y cirugía, siendo utilizado tanto en métodos tópicos como por medio de inyecciones.
Como mencionamos anteriormente conforme pasan los años esta producción congénita de ácido hialurónico va disminuyendo, dando paso a las arrugas, pérdida de firmeza y de luminosidad de la piel. De ahí que sea necesario recurrir a un aporte extra para suplir su carencia o con la intención de detener el inevitable paso del tiempo.
En un principio, se comenzó a utilizar en cosmética en forma de implantes para recuperar volúmenes faciales. Posteriormente, se demostró su capacidad hidratante en la dermis y, además, sorprendió su estimulación sobre la creación de colágeno nuevo. Hay que tener en cuenta que una molécula de ácido hialurónico es capaz de atraer cientos de moléculas de agua y las retiene. Es por esto que los tratamientos estéticos los emplean para proporcionar un aspecto más terso, aumentar grosor y volumen, disminuir surcos y difuminar líneas de expresión.
Tratamiento estético con Varioderm
Varioderm es una nueva generación de acido hialurónico altamente concentrado y reticulado utilizado para varias indicaciones en la dermis y sub-cutis y se caracteriza por tener una textura más densa lo que le otorga mejores propiedades para resistir al paso del tiempo, sus resultados son tan buenos como una cirugía pero sin cortes, sin cicatrices y sin los riesgos postoperatorios. Además los efectos del tratamiento son inmediatos y perfectamente visibles.
Sus efectos no son definitivos debido a que el ácido hialurónico es un material reabsorbible por lo que es un tratamiento reversible, es biodegradable, lo que significa que el gel va desapareciendo de forma natural y progresiva, el tiempo de duración lo determinara la zona del cuerpo tratada, la edad, la herencia genética, el tipo de piel y estilo de vida, teniendo una duración que oscila entre los 9 y 12 meses pudiendo ser incluso más tiempo.
La degradación y cómo reacciona con el agua
La degradación del ácido hialurónico permite la permeabilización de la matriz extracelular, favorece la estabilidad celular e integridad tisular.
Aproximadamente el 30% del ácido hialurónico que se elimina del organismo se hace a través del hígado. Otra parte se elimina en los propios nódulos linfáticos o es excretado (1% del ácido hialurónico corporal) diariamente por los riñones. El metabolismo del ácido hialurónico es muy dinámico, la vida de sus moléculas pueden variar entre uno y varios días. Su degradación es gracias a la acción de varios tipos de enzimas siendo la más importante las hialuronidasas. En aquellos tejidos que están bien drenados por vasos linfáticos se suele eliminar el ácido hialurónico a trasvés de la linfa, desde donde pasa a la sangre y es degradado fundamentalmente por células endoteliales del hígado.
Así pues en conclusión la forma de interactuar de las moléculas del ácido hialurónico en presencia del agua, es atrayendo y reteniendo las moléculas del agua, por esta razón como ya mencionamos es que es considerado un excelente agente hidratante.
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Imagen de krystofos vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.
