La alopecia es uno de los problemas que más afecta tanto a los hombres como a las mujeres, generando preocupación cuando empieza a afectar su imagen personal o en el momento que empieza a generar cambios estéticos, por esta razón se han desarrollado diferentes tipos de tratamientos para combatir la alopecia, pero es desde el comienzo del siglo XX cuando empezaron los intentos de crear cabello artificial para tratar este problema.
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Cabello artificial del siglo XX
Existen muchos estudios e investigaciones que reflejan el uso de implantes capilares artificiales desde principios del siglo XX, tal es el caso de la existencia de un registro de patente en la Oficina de Patentes de Estados Unidos de América que data del año 1913 la cual hace pensar que en esa época se tuvieron las primeras experiencias con implantes capilares artificiales, así como también los experimentos del Dr. M. Sasagawa (Japón) en los cuales implanto cabello humano cortado y los documento en el año 1930 a través de Método de Implantación de Cabello.
Pero no fue sino hasta la década de los 70 cuando esta técnica tuvo su mayor evolución la cual fue presentada por el Dr. K. Fukuta y el Dr. S. Yamada en el año 1976 denominada “Un nuevo procedimiento de cirugía cosmética protésica para la calvicie”. Pero desafortunadamente a partir de este año se desencadenó una inhumana competencia protagonizada por diferentes empresas que ofrecieron en el mercado de Norte América una serie de fibras artificiales sin los debidos controles médicos y por lo tanto eran inadecuadas para reemplazo del cabello natural, dando así resultados muy negativos.
Complicaciones de la época
Entre las complicaciones más frecuentes se encontraban infecciones graves, pelo roto incrustado en el cuero cabelludo, inflamación, etc., ya que la técnica a menudo se realizaba inapropiadamente sin ningún protocolo médico, operadores no médicos y en entornos no médicos. Los materiales utilizados eran cabello humano y fibras de poliéster, poliacrílicas y modacrílicas, estas últimas eran fibras industriales coloreadas.
Debido al uso de materiales y técnicas inadecuadas, así como también el personal no calificado (en muchas veces personal no médico), fue que en 1983 la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA siglas en ingles) llego a suspender este procedimiento en los Estados Unidos de América.
Un nuevo ensayo en los 90
A principio de los 90 en Europa algunas empresas europeas especializadas en el campo de la biomedicina comenzaron a investigar y a realizar nuevos ensayos sobre el procedimiento del cabello artificial en cooperación con los departamentos universitarios. Fue en 1993 en Italia cuando la empresa Medicap desarrollo Biofibre, fibras biocompatibles, dando resultados alentadores en los ensayos clínicos y en los estudios histológicos, esto llevó a realizar una investigación adicional sobre el campo de la fibra biocompatible y la aplicación del protocolo médico. Sin embargo fue en 1995 cuando la Unión Europea reconoció la técnica del implante capilar artificial como un tratamiento médico legítimo y estableció que se debe seguir un protocolo médico estricto y ético para garantizar la seguridad de los implantes y minimizar las complicaciones.
Las autoridades de la Unión Europea y la Administración de Productos Terapéuticos de Australia (TGA) aprobaron en 1996 las fibras biocompatibles Biofibre producidas por Medicap en Italia como dispositivos médicos para implantes capilares. Durante los siguientes años se desarrolló un protocolo médico efectivo para proporcionar las pautas correctas para realizar el tratamiento apropiado y para reducir las posibles complicaciones relacionadas.
Debido a estas pautas dictadas por la UE todas las fibras que se utilizarán para este tratamiento deben ser aprobadas y certificadas como dispositivos médicos CE obligatoriamente. La aprobación de esta metodología fue una gran ventaja para los pacientes ya que impidió legalmente que el procedimiento fuera realizado por personas no calificadas. El implante capilar automático Biofibre representa el último logro en la técnica de restauración capilar con ventajas significativas para los pacientes. Sigue conociendo más sobre la evolución de Biofibre en ¿Cómo evolucionó el cabello artificial hasta el implante del cabello automático Biofibre? Parte 2.
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