No existe nada más hermoso que unos ojos llamativos, siendo uno de los rasgos faciales más importantes gracias a que ellos transmiten nuestros sentimientos, alegrías, pena, cansancio y dolor. A medida que los años pasan el parpado tiende a caerse, siendo este uno de los signos de la edad que más preocupa, anteriormente la cirugía de parpados era la única opción pero hoy en día la medicina estética ha avanzado a tal punto de ofrecer diferentes opciones para mejorar el aspecto del rostro, logrando corregir la caída de la piel del parpado y en algunos casos disminuir el volumen de grasa acumulada que forman las bolsas de los ojos, sin la necesidad de pasar por un quirófano y con una recuperación en tiempo mínimo. El uso de los hilos tensores tiene diferentes aplicaciones y es una de estas nuevas opciones que nos presenta la medicina estética para elevar los parpados, puedes conocer otra aplicación con hilos tensores para mejorar el aspecto del rostro en nuestro artículo titulado ¿En qué consiste la rinomodelación con hilos tensores?
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Caída del parpado
El parpado se conforma de un musculo que es el responsable del movimiento, forma y altura, pero con el tiempo es común que la posición del parpado baje originando lo que se conoce como caída del parpado. Nos referimos a caída del parpado al descuelgue excesivo del parpado superior, el extremo del párpado superior puede llegar más abajo de lo que debería (ptosis) o puede haber un exceso de piel abolsado en el párpado superior (dermatocalasis). Los párpados caídos suelen ser una combinación de ambas afecciones, y sus causas más comunes son, la debilidad del musculo que eleva el parpado, un daño en los nervios que controlan ese musculo y/o piel floja de los parpados superiores.
Este tipo de afecciones puede ser causado por el proceso natural de envejecimiento, puede ser de origen congénito o el resultado de una lesión o enfermedad, tal es el caso de la Diabetes, síndrome de Horner, accidente cerebrovascular, miastenia grave o una inflamación del parpado, como es el caso del orzuelo, por mencionar algunos.
Blefaroplastia
Se conoce como blefaroplastia a la cirugía que tiene como finalidad reparar los parpados caídos, basándose en la eliminación del exceso de grasa, musculo y la piel que pueda existir en los parpados, ofrece excelentes resultados gracias a que las múltiples técnicas que existen en la actualidad no dejan ningún tipo de cicatriz o marca visible.
Existen dos tipos de blefaroplastia, las que son utilizadas para reducir y las que son utilizadas para aumentar. En blefaroplastia reductora de parpados y bolsas se tensa la piel que por efecto de la edad o por genética cuelga del ojo. Caso contrario ocurre en la blefaroplastia de relleno en la cual se busca disminuir el efecto de las ojeras hundidas, utilizando ácido hialurónico.
Hilos tensores en parpados
El tratamiento con hilos tensores de polidioxanona es poco invasivo y personalizado ya que se realiza sin los riesgos que puede tener una cirugía de parpado, ofreciendo unos resultados excelentes, permitiendo además combinarlo con otras técnicas faciales para lograr un rejuvenecimiento facial total. La cantidad de hilos que se aplica así como los resultados obtenidos, que duran entre 12 y 18 meses, dependen de la piel de cada paciente. Consiste en introducir a nivel dérmico unos hilos biocompatibles y reabsorbibles que favorecen la estimulación natural de la estructura del tejido, generando nuevo colágeno el cual es el responsable de la firmeza de la piel lo que reduce considerablemente la flacidez. Durante este procedimiento no se producen heridas ni suturas, únicamente las pequeñas punciones ocasionadas por las cánulas especiales mediante las cuales se introducen los hilos tensores. El procedimiento dura entre 30 y 60 minutos y se aplica anestesia local para evitar molestias al paciente.
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