La ciencia ha avanzado mucho en los últimos años y la dermatología no se queda atrás, los métodos para el diagnostico de enfermedades y afecciones dermatológicas han ido evolucionando con el paso del tiempo junto a los avances de la tecnología. Hoy en día son muchas las patologías de la piel que pueden ser diagnosticadas por la observación directa y palpación, un ejemplo de ello es la biopsia de piel, un estudio que actualmente se realiza de manera rutinaria y que permite investigar incrementos cutáneos o lesiones.
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Un método valioso para el especialista
La biopsia hoy por hoy es uno de los métodos más valiosos con los que se cuentan para el diagnostico y se realiza con frecuencia para estudiar patologías de la piel como es el caso de enfermedades autoinmunes, melanomas y otros tumores, enfermedades que con solo la exploración del especialista no podrían descifrarse, por lo que suelen ser solicitadas para ayudar a diagnosticar o controlar erupciones o afecciones de la piel como eczemas o psoriasis, infecciones de la piel, como las causadas por estafilococos e incluso en trastornos metabólicos que puedan afectar la piel, como cuando hay exceso o una carencia de una hormona o de otras sustancias del organismo.
La Biopsia de piel
La biopsia de piel consiste en tomar una muestra de piel para hacer un análisis en un laboratorio histopatológico y tiene como principal ventaja con respecto a otros tipo de biopsia que la piel es un órgano de muy fácil acceso lo que permite toma muestras de forma muy poco invasiva, además permite conocer la enfermedad cutánea del paciente de una forma más profunda e incluso proporcionar un tratamiento adecuado a la patología. Siempre que haya la necesidad de esclarecer o confirmar un diagnostico el especialista utiliza esta herramienta, el resultado de la biopsia además enfrentara al paciente con su realidad y evitara la postergación del tratamiento logrando que el paciente se sienta mejor estudiado y el estudio sirva de referencia a otros colegas que lo traten por la misma u otra patología.
Técnica de biopsia Punch
Esta técnica para biopsia de piel es conocida también como sacabocados, se realiza con un cilindro hueco de bordes afilados que toman una muestra circular de la piel de pocos milímetros de diámetro, tiene una baja incidencia de infección secundaria y sangrado, además como la herida es muy pequeña se cura de manera muy rápida, sin embargo la limitación que presenta este tipo de técnica es con respecto a la profundidad de la biopsia.
Durante el procedimiento médico especialista aplica anestesia local para insensibilizar la zona, de esta forma evitar mayores molestias al paciente. El Punch o sacabocados es una especie de molde para cortar galletas en miniatura que el médico presiona contra la piel y gira produciendo un pequeño círculo en la capa externa de la piel, que después el cirujano levanta y corta. Luego el cirujano ejerce presión con un algodón o gasa estéril para detener la hemorragia que en esta técnica es mínima y procede a cerrar la herida con unos puntos para luego limpiar y vendar para evitar infecciones. Este método es utilizado con frecuencia para diagnosticar erupciones cutáneas.
La principal desventaja de la biopsia por punch es que se restringe a las lesiones donde la alteración histopatológica no se encuentra en las células subcutáneas, ya que a pesar de que provee muestras de este tejido puede que no sea suficiente.
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Imagen de Noah-Finn vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.
