La medicina estética ha venido avanzando a través de los años y con ella también se han mejorado los diferentes métodos estéticos, ejemplo de ello son los rellenos faciales, que son utilizados para corregir o restaurar el volumen de los tejidos. Hoy en día se conoce que para lograr un efecto natural y duradero se requiere de un relleno facial con larga vida media, que responda a numerosos factores que interfieren con el efecto deseado y que cause la menor cantidad de efectos adversos.
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Ácido Hialurónico
El ácido hialurónico es un polisacárido producido de forma natural por nuestro organismo y que forma parte de algunos órganos y tejidos siendo su principal función ayudar en la recuperación de la dermis interna. Debido al auge en el uso de los diferentes rellenos faciales se han originado gran cantidad de problemas como reacciones precipitadas o infecciones a causa de la aplicación de materiales de mala calidad o no comprobados científicamente, también a malas técnicas quirúrgicas o simplemente por procedimientos llevados a cabo en lugares en condiciones inapropiadas.
Tipos de rellenos faciales
Los rellenos faciales son clasificados según su vida media en temporal, semipermanente o permanente. Los temporales son utilizados con mayor frecuencia, debido a su alto perfil de seguridad y la facilidad de la técnica de inyección. Es dentro de esta clasificación que encontramos el ácido hialurónico, un relleno con pocos efectos secundarios y resultados estéticamente más naturales, posicionándose de esta forma entre los favoritos del mercado. Las características propias del material son de gran importancia a la hora de elegir el relleno facial, su uso, composición, cantidad requerida para el tratamiento, técnica y sitio de aplicación, también hay que tomar en cuenta otros factores inherentes al paciente que pueden desencadenar reacciones adversas, incluyendo hipersensibilidad al material, estado general y nutricional, susceptibilidad a infecciones, entre otros.
Los rellenos a base de biopolimeros causan complicaciones como deformidades faciales, sobre todo cuando son inyectados en grandes cantidades. Un material de relleno ideal es aquel que brinda la total seguridad de que no va crear granulomas, reacciones de cuerpo extraño, que no se desplace, que no cree capsulas ni fibrosis entorno, que no provoque reacciones inflamatorias y que sea lo más similar posible a los componentes de nuestra dermis de manera que sea reabsorbido de forma natural, razones como estas son las que han posicionado al ácido hialurónico como el material de relleno más utilizado. A medida que pasan los años y el ácido hialurónico es más conocido en el mercado va tomando mayor reputación y prestigio entre los profesionales, esto gracias a su comprobada eficacia y a que sus complicaciones son bien conocidas. Para conocer más sobre el ácido hialurónico puedes leer nuestro artículo titulado ¿Por qué puedes confiar en el ácido hialurónico Varioderm?
Posible aparición de edema
Es normal que después de someterse a un tratamiento con rellenos faciales el paciente experimente hinchazón o enrojecimiento e incluso dolor en algunas ocasiones, son efectos secundarios que suelen pasar luego de algunas horas e incluso días, en caso de que estas reacciones duren más tiempo o se presente algún otro síntoma se debe consultar al especialista.
Algunos de los efecto adversos registrados por el uso de ácido hialurónico suelen presentarse por una mala indicación del tipo de sustancias a emplear o por el uso de una marca de baja calidad. El especialista debe conocer que existen rellenos de ácido hialurónico con diferentes grados de reticulación o densidad del producto según la zona que se va a tratar y por lo general las complicaciones surgen cuando no se aplican de manera correcta. Las más frecuentes son inflamación persistente postratamiento, asimetría y coloración violácea por infiltraciones muy específica o efecto tyndall, el edema crónico postratamiento se da en mayor medida cuando se ha utilizado un tipo de ácido hialurónico poco reticulado. Todas las complicaciones antes mencionadas son poco frecuentes y en general de corta duración, poca gravedad y se pueden solucionar reabsorbiendo todo el producto inyectado mediante la aplicación de hialuronidasa.
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Imagen de Stephen Wood vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.
