El tratamiento con ácido hialurónico se ha convertido en uno de los tratamientos más efectivos contra el envejecimiento, y lo mejor de todo es que brinda todos sus beneficios sin necesidad de someter al paciente a una cirugía. Este tratamiento se caracteriza por ser un procedimiento seguro, poco invasivo, además el ácido hialurónico es un material de relleno biocompatible y reabsorbible, el cual logra aumentar el volumen e hidratar la piel, haciendo que ésta luzca mucho más tersa y radiante.
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¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es un polisacárido que se encuentra de manera natural en nuestro organismo. Su principal característica es atraer y retener moléculas de agua, convirtiéndolo en un hidratante natural ideal para la dermis, y al mismo tiempo ayuda en la reconstitución de las fibras que sostienen los tejidos de la piel, brindándole de esta manera más firmeza y mejor forma.
Tratamiento con ácido hialurónico
Se conocen pocos casos que hayan tenido efectos secundarios luego de un tratamiento con ácido hialurónico, sin embargo, los profesionales de la salud deben hacer una evaluación completa al paciente para minimizar cualquier efecto adverso, así como también deben estar actualizados, capacitados y certificados para la aplicación de dicho tratamiento ya que es la manera de garantizar una aplicación correcta y segura del relleno facial de ácido hialurónico, ya que de lo contrario los resultados podrían no ser favorables. Otro punto importante que deben tomar en cuenta los especialistas es sobre el conocimiento de los tipos de ácido hialurónico que existen en el mercado, tanto sus diferencias como la aplicación y uso ideal de cada uno según sea el caso.
Ácido hialurónico no reticulado
El ácido hialurónico no reticulado actúa a nivel superficial, debajo de la dermis, y está indicado para proporcionar una mayor hidratación y elasticidad a la piel, mientras que, a nivel medio, el ácido hialurónico de baja reticulación se utiliza para corregir pequeñas arrugas como las del entrecejo, los pliegues nasolabiales, el contorno labial, arrugas superficiales, cara, cuello, escote, dorso de las manos entre otras aplicaciones. Por lo tanto, si se desea un efecto de hidratación, se utiliza el ácido hialurónico en su estado natural sin reticular o no reticulado, con lo que se estimula el fibroblasto, y cuya aplicación se realiza a poca profundidad.
Ácido hialurónico reticulado
El ácido hialurónico reticulado se caracteriza por tener una textura más densa, por lo que suelen ser empleados para crear volumen y resultados más duraderos, gracias a que posee un tiempo de vida mucho más largo. Esto es debido a su unión molecular, se degrada de una manera más lenta, con relación al no reticulado, lo que le otorga mejores propiedades para resistir al paso del tiempo. Al momento de utilizarlo para el tratamiento se administra vía subcutánea, es decir, mediante inyecciones o infiltraciones, lo que lo hace ideal para tratamientos sin cirugía tales como en relleno de pómulos, contorno de cara, surcos nasogenianos, arrugas medias y profundas, perfilado o aumento de labios, volumen en la superficie corporal entre otros. Por lo tanto, si se necesita un efecto de relleno, corregir arrugas y creación de volumen, se utiliza ácido hialurónico altamente reticulado, cuya aplicación estaría enfocada a nivel de la dermis media, dermis profunda, o a nivel subcutáneo.
¿Ácido hialurónico reticulado o ácido hialurónico no reticulado?
Debemos tomar en cuenta que las diferencias entre el ácido hialurónico no reticulado y el reticulado radican en su unión molecular. El ácido hialurónico reticulado o altamente reticulado forma estructuras uniendo sus moléculas, y este proceso de unión crea volumen, es decir se une internamente formando lo que se conoce como reticulación del ácido hialurónico. Por su parte el ácido hialurónico no reticulado es producido cuando las moléculas no se entrelazan entre sí, y de esta manera fluyen de una manera libre. Debemos tomar en cuenta que el volumen que el ácido hialurónico altamente reticulado ofrece es mucho mayor que el que se pueda obtener con el ácido hialurónico no reticulado. En el caso del no reticulado los efectos de aumento son sutiles, sin embargo, la reabsorción por el organismo es más rápida cuando lo comparamos con el reticulado o altamente reticulado, ya que con estos dos tipos de ácido hialurónico los resultados estéticamente naturales serán más duraderos.
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Imagen de William Randles vía Unsplash.com bajo licencia creative commons.
