El mundo de la estética ha ido evolucionando a medida que las necesidades de los pacientes se vuelven más exigentes, y una muestra de esta evolución son los tratamientos estéticos con técnicas cada vez menos invasivas. En esta oportunidad hablaremos sobre dos de los tratamientos de relleno dérmico más utilizados en la actualidad para obtener un rejuvenecimiento y cuáles son las diferencias que existen entre ellos.
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Toxina botulínica
La toxina botulínica es una neurotoxina elaborada por una bacteria conocida como Clostridium botulinum la cual es muy poderosa y que tiene como efecto la relajación de los músculos de forma temporal. Este tipo de toxina se utiliza con fines estéticos para disminuir o evitar la formación de arrugas. Se trata de uno de los tratamientos menos invasivos que actualmente existe en el mundo de la estética, además este tipo de tratamiento se caracteriza por ser rápido e indoloro, lo que quiere decir que el paciente puede continuar su ritmo de vida habitual sin inconvenientes luego de su aplicación.
Aplicación de la toxina botulínica
Este tipo de relleno dérmico es aplicado a través de microinyecciones directas sobre el músculo responsable de la formación de la arruga y al relajarlo temporalmente previene la formación de nuevas líneas de expresión, ya que su efecto impide la profundización de las arrugas existentes y la formación de nuevas, actuando de manera preventiva. La pérdida del efecto es gradual y la duración de sus resultados es de 4-6 meses aproximadamente dependiendo del metabolismo de cada paciente, la técnica de aplicación y sobre todo de la dosis que fue utilizada en la sesión.
Ácido hialurónico
El ácido hialurónico es una molécula que se encuentra de forma natural y permanente en nuestro organismo, su principal función es la de retener agua, lo cual le permite aportar hidratación y volumen, aumentando en forma considerable su tamaño para así rellenar la piel desde adentro. A medida que nos vamos haciendo mayores la presencia de esta sustancia va disminuyendo considerablemente y el organismo va perdiendo su capacidad de reponerla, resultando así la pérdida de volumen, firmeza y la aparición de arrugas que dan al rostro una apariencia envejecida y cansada.
El relleno dérmico de ácido hialurónico comenzó a usarse en el mundo de la estética como un tratamiento antiarrugas en la década de los 90’, generalmente se hace uso de viales inyectables que al ser aplicados logran conseguir de manera prácticamente inmediata devolver a la piel su volumen inicial e hidratarla en profundidad, mejorando también su tersura y luminosidad.
Aplicación del ácido hialurónico
El relleno dérmico de ácido hialurónico es aplicado a través de microinyecciones directamente en la piel de la zona donde se desea hacer el tratamiento, de esta manera se consigue reponer el ácido hialurónico perdido, remodelar formas y contornos del rostro y labios, y además brinda un aumento de volumen en las áreas que han sufrido por el proceso natural de envejecimiento. Con el relleno dérmico de ácido hialurónico se puede rellenar surcos y arrugas estáticas, es decir, las arrugas más profundas y visibles que pueden ser perceptibles aun cuando el rostro se encuentra en reposo.
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Imagen de Mike San vía Unsplash.com bajo licencia creative commons.
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