Todas las personas estamos propensas a sufrir accidentes, caídas, golpes, cirugías, quemaduras entre otros, estos pueden tener secuelas como una cicatriz, la cual es el resultado del proceso en el que los fibroblastos van a proliferar cerrando el defecto de sustancia consecutivo a la herida, pero la piel resultante nunca va ser igual que la original. No obstante que las cicatrices son parte normal del proceso de curación, aquellas que son faciales son una de las razones más comunes para que un paciente acuda a consulta para su tratamiento estético.
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Las cicatrices
La cicatriz es una alteración permanente de la apariencia de la piel como resultado de un daño y su posterior reparación con colágeno. Por tanto las cicatrices se originan en el proceso de curación de las heridas y tienen como fin sustituir el tejido corporal dañado. La cicatriz ideal puede definirse como aquella imperceptible, plana, angosta, del mismo color y textura que la piel circundante, sin que cause deterioro funcional de estructuras adyacentes, particularmente de la boca, los ojos y la nariz. Según las causas y la cicatrización de las heridas las cicatrices se clasifican en los siguientes tipos.
Cicatrices atróficas
Conocidas también como cicatrices superficiales o escasas, en este caso se producen una especie de hoyuelos alrededor de la cicatriz situadas a nivel más profundo de la piel circundante, esto se debe a que en el proceso de cicatrización de la herida se producen pocas fibras que sustituyan al tejido dañado. La destrucción tisular que origino la cicatriz fue de tal intensidad que el proceso de reparación no es capaz de volver a rellenar el defecto de tejido por completo. Esto es típico de las cicatrices por acné, que a veces simulan un piqueteado en la piel con forma de U, el tejido cicatrizal cubre la herida, pero no se produce suficiente tejido para cubrir toda la zona dañada y esto es principalmente por niveles bajos de colágeno en la piel.
Cicatrices hipertróficas
La cicatriz hipertrófica suelen ser gruesas y abultadas, pueden quedar después de sufrir quemaduras graves. Es característico de este tipo de cicatriz que se arqueen más que el tejido cutáneo circundante y para los pacientes son molestas a nivel estético. Este tipo de cicatriz representan una respuesta hiperproliferativa en el tejido conectivo frente a un estimulo de reparación tisular. Existe una predisposición racial muy marcada (raza negra) y también predisposición familiar. Este tipo de cicatrices suelen ser un poco aparatosas, sobresaliendo por encima de la piel que la rodea, pero limitándose solamente al lugar donde esta la herida. El principal riesgo de estas cicatrices son las posibles infecciones que se puedan contraer, y la falta de movilidad en la zona donde se encuentra la herida.
Queloide
Este tipo de cicatrices, cuando se producen presentan una característica especial de sobrecrecimiento, produciéndose frecuentemente pasado un tiempo de la cicatrización de la herida. Estas presentan una proliferación excesiva de tejido, pero a diferencia de las hipertróficas, las queloides crecen más allá de la herida, llegando incluso a invadir la piel sana que se encuentra alrededor, por lo que este tipo de cicatrices son más grandes que la herida en cuestión. Estas cicatrices pueden aparecer en determinadas zonas de la piel o debido a circunstancias biológicas y genética. Los queloides son gruesos, abultados y muy rojizos y normalmente casuan picores o dolores. La mayoría de las veces, la capa más superficial de la piel en las cicatrices queloides es muy fina y fácilmente vulnerable.
Tratamientos
Por lo general las heridas continúan su proceso evolutivo por un lapso de 18 meses, antes de este periodo no está indicado el tratamiento quirúrgico. Existen muchos métodos para tratar las cicatrices, tratamientos naturales, cremas que contengan vitaminas tales como la A, B5, E, la ozonoterapia, peeling químico, tratamiento artificial o quirúrgico y la técnica Z-plastia de revisión de cicatrices.
La z-plastia
Como ya mencionamos una cicatriz es una marca que queda después de que una herida se ha cerrado. En algunos casos, la cirugía de revisión de cicatrices puede ayudar a mejorar el aspecto de una cicatriz o hacerla menos visible. Si el tejido cicatricial esta tenso y limita el movimiento de la piel, la cirugía de revisión puede mejorar el problema.
Con los avances en el conocimiento de la curación de las heridas, así como el perfeccionamiento de mejores materiales y técnicas, hoy se dispone de muchas opciones en el tratamiento de pacientes con cicatrices desagradables. Sin embargo no se han ideado técnicas para permitir la remoción total o permanente, o el borrado de las cicatrices. Los pacientes deben asesorarse para comprender que el objetivo de la revisión de cicatrices es sustituir una cicatriz por otra para mejorar la apariencia y aceptabilidad de la misma.
La Z-plastia es una técnica de revisión de cicatrices, una de las más utilizadas en la actualidad, las razones principales para llevar a cabo estos colgajos de transposición son para alargar una cicatriz preexistente, para camuflar una cicatriz o para volver a alinearla. La Z-plastia clásica de 60 grados permite un aumento de 75% en la longitud de la cicatriz y es la piedra angular contra el cual se comparan todas las variaciones.
En las cicatrices largas se recomienda dividir su línea con más de una Z-plastia, debido a que las cicatrices no son invariablemente rectas y las líneas de menor resistencia varían en su dirección en las distintas partes de la cicatriz, cada Z debe ser proyectada individualmente. De tal manera que se convierte una simple línea cicatricial en una serie de pequeñas cicatrices unidas por segmentos transversos en líneas de menor resistencia, preferentemente en las líneas de arrugas presentes.
Se ha llegado a la conclusión de que una gran Z-plastia no da tan buenos resultados como pequeñas Z-plastias, debido a que varias cicatrices pequeñas son menos visibles y por lo tanto mejor vistas estéticamente hablando que una sola cicatriz larga. Cuando una cicatriz cruza una cavidad su retracción tiende a producir una brida cicatricial que une la cavidad; debido a que la brida cicatricial semeja una retracción recta, la Z-plastia es una buena solución pues crea el efecto de alargamiento y se libera la retracción de la cicatriz.
Por lo tanto el conocimiento adecuado de esta técnica o de la Z-plastia clásica permite al cirujano ampliar su repertorio para incluir las numerosas variaciones de las mismas para la corrección de cicatrices, o incluso para aspirar a una cicatrización más cosmética en diversos procedimientos quirúrgicos en la piel.
La complicación más frecuente de la plastia en Z es la necrosis de la punta del colgajo, sobre todo ante una excesiva cicatrización previa. Para prevenir esta complicación deben realizarse colgajos con buena vascularización (de base ancha y de un grosor adecuado), evitar la tensión excesiva y realizar una hemostasia meticulosa haciendo uso de un electrocauterio.
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